EL PARAÍSO
Hermosa adentro y más bella, aún, por fuera;
no creo que Dios, ese molde lo ideara;
si tan extraña mujer aquí existiera,
¡dichoso y feliz el hombre que la hallara!
Si ese raro espécimen poseyera
un sentido del humor más que ordinario
y con él coquetamente se riera,
el placer que sentiría, extraordinario.
Y si olvidara gustosa sus demandas
y unas copas con su amado compartiera,
¿con quién querría andar él de parranda?
¿existiría más deliciosa compañera?
Si además fuera en la cama una tigresa,
pero tierna y delicadamente amable;
y le impregnara su pasión con sutileza.
su deleite sería inenarrable.
Y si también tuviera dotes culinarias
y le ofrendara la delicia de un buen guiso,
colóquele en su cuello un relicario
¡porque, con ella, habría llegado al paraíso!
Jesús Núñez León.