A MEDELLÌN
Medellín, de las ciudades más hermosas;
de Antioquia, su orgullosa capital;
con tu gente educada y afanosa,
¡bien te asume Bogotá como rival!
Cosmopolita y exótica ciudad,
me impactó tu vialidad, tu modernismo;
la esplendidez de tu Valle de Aburrà
te confiere sin igual protagonismo.
La belleza sin igual de tus mujeres,
es motivo de hondo orgullo, Medellín;
y el musical acento que ellas tienen,
¡la celestial sinfonía de un violín!
Tu incomparable Feria de las Flores,
espectáculo vistoso insuperable;
infinito ese desfile de colores,
un esplendor de belleza inenarrable.
Acogiste generoso a mis chicuelos,
como madre que a sus hijos da lo bueno
y me llevaba de tu tierra el gran consuelo
de saberlos abrigados en tu seno.
Pero pronto mi sueño fue desecho
y su existencia en tu lar no pudo ser:
se evidenció que aún guardabas en tu pecho,
la herencia del traidor de Santander.
Y más pudo el interés que la bondad
de tus hijos, que brindaban su amistad.
¡Jamás imaginé tanta ruindad,
escondida en el disfraz de la hermandad!
Y aquella grandiosidad que yo atisbara,
en el alma me causó un dolor sin fin;
cuando un día apareció la doble cara
que ocultabas, infame Medellín.
Jesús Núñez León.
¡Y TAMBIÉN LA MÁS TRAICIONERA!
RECUERDOS DE LO QUE NO PUDO SER |