domingo, 8 de agosto de 2021

FRUSTRADO.








FRUSTRADO

Me has dejado obnubilado
con tu ingrato proceder
y a la inopia me has lanzado,
frustrado a más no poder.

Como pájaro afanoso,
que hace nido en una mata;
pero llega un ser maloso
y, ruin, se lo desbarata.

Como el mar embravecido,
que volcar quiere una barca;
pero el diestro marinero
de su furia, hábil la aparta.

Como lluvia pertinaz,
que quiere besar los campos:
pero el viento contumaz,
celoso tiende su manto.

Como el dolor de un gran río,
que una vez fue un afluente;
y se agotó en el camino,
porque secaron su fuente.

Y como santo sin templo,
me he animado a escribir hoy,
para darte estos ejemplos,
¡así de frustrado estoy!

          Jesús Núñez León.
















































¡RESPÓNDEME, MADRE!

 


¡RESPÓNDEME, MADRE!

¡Respóndeme, madre!,
¡quiero una respuesta!,
mi pregunta es ésta:
¿Dónde está mi padre?

En esta ciudad,
muchos otros niños
reciben cariños,
hoy, de su papá.

Requiero, mamá,
de un sostén, de un guía,
de una compañía 
en mi soledad.

Vivo deambulando,
sin su protección;
con la orientación
que me has ido dando.

No te recrimino,
madrecita amada,
tu eres la anhelada
luz en mi camino.

Pero dudas llevo,
muy dentro de mí;
preguntas que a ti
hacerte no quiero.

De dolor me aflijo
y el llanto me aqueja,
cuando un padre lleva
de la mano a su hijo.

Duro es no tener
quien te ponga letras,
quien juegue a las metras,
quien te enseñe a ser.

Verle es prohibido,
no puedo soñar,
con él no contar
ni con su apellido.

Madrecita espero 
que te cuides siempre,
sabes que en diciembre
regalos no quiero.

Solo pido al cielo
fuerzas para amarte,
para compensarte
por tus mil desvelos.

Bueno es para el alma,
desahogarse, dicen;
ya vuelto a la calma,
respóndeme madre:
¿una herida te hice?
¡Perdona, mamá!
¡Herirte no quise!

   Jesús Núñez León.