MATEMÁTICAS
Mujer, que con tu
encanto has elevado
a la enésima potencia
mi pasión;
hasta a Euclides le
hubieran extasiado
las medidas de tu
cuerpo en floración.
Tu geometría perfecta
me fascina
y la cota de tu
espalda voluptuosa;
me emociona ver cómo
caminas,
Las curvas de nivel de
tu cintura,
que semeja conos
truncos enfrentados;
la admirable ecuación
de tu figura
y el volumen de tus
senos bien torneados.
Si en mi boca, el
logaritmo neperiano
al vaivén de tu cuerpo
entre mis manos,
íntegro el π del mío
yo te diera.
Si tuviera la constante
de tu ser,
tu gradiente de pasión
calcularía;
y si un dato me
quisieras ofrecer,
con la media de tu
cuerpo bastaría.
Si algún día
descubriera tu varianza,
la incógnita de tu
amor despejaría;
las variables que me das son mi esperanza,
si no, para qué yo viviría.
Ni con números, ni gráficas me asusto;
si tuviera hoy que morir, con sumo gusto
moriría en el incentro de tu triángulo.
Los diagramas de tus ojos son candiles
y de Gauss son las curvas de tu pecho;
las llamadas de tu vientre, percentiles,
que calcular quisiera ya en tu lecho.
La integral de tu cuerpo yo quisiera,
de tu ardor, la derivada si tuviera
¡el límite de tu orgasmo sentiría!
Y ya basta de tangentes, de cosenos;
las matemáticas, para mí, se han terminado;
ahora, quiero ver qué es lo que haremos
ahora, quiero ver qué es lo que haremos
¡con mi vector en tu vértice instalado!