Al momento de nacer
mi alegría fue muy grande
cuando abrí los ojos
vi
nada menos que a mi madre
Ella reina en mi
alegría,
la tristeza me consuela,
logra que se vaya el miedo
Nada mío le es ajeno,
mi pensamiento adivina
y así esté de mal humor
de ternura es una mina.
Cada vez que le he contado
que algún peligro he corrido,
¡su intuición lo ha presentido!
Mil veces me he preguntado,
sin respuesta que me cuadre,
cómo a un tiempo puede ser
esposa, ama de casa y madre.
De bondad a cada instante,
como el mar, produce olas;
y hasta cuando me castiga,
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