AMOR EN EL AGUA
¿Te acuerdas, mi amor, de aquel invierno
en aquella playa hermosa y desolada?;
tu cuerpo, para mí, fue fruto tierno
que comí como antes nunca nada.
por la distancia nos llegaban matizados;
como Dios te trajo al mundo, eras capullo
en el florero de mi abrazo atenazado.
La luz, de tonos ocres coloreaba
tu piel recién salida de la fragua;
los pececitos por tus muslos correteaban,
Cual carbones, la pasión nos encendía,
del frío intenso nuestro fuego se burló;
la lluvia pertinaz asaz caía
y cálida el agua, de repente se tornó.
Mi lengua entre tu boca se movía,
los espasmos de tu cuerpo respondían
a los efluvios seminales de mi ser.
Un borbollón, intenso, de emociones
se encabritaban, ardientes, en mi pecho;
se encresparon, cual olas, las pasiones,
¡y, en el agua, consumáronse los hechos!
Un borbollón, intenso, de emociones
se encabritaban, ardientes, en mi pecho;
se encresparon, cual olas, las pasiones,
¡y, en el agua, consumáronse los hechos!
No hay nada más ardiente que el amor,
en cuerpo y alma produce desazón;
el querer es una llama, un resplandor
que achicharra totalmente el corazón.
A la intemperie total fue aquel derroche
nos enteramos, después, que en esa noche
el frío alcanzó un nivel histórico.
La batalla campal más ardorosa
la luna, sorprendida, presenció;
y las olas lavaron, presurosas,
¡el colchón que el mar, atento, nos prestó!
Cel. 0416 6921317
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