jueves, 21 de julio de 2016

QUÍMICA






















QUÍMICA

Tu sustancia y la mía se entremezclan,

en el tubo de ensayo del amor;
y el aroma que despiden, quinta esencia,
más sensible que el olor del alcanfor.

Tu corazón es mi ácido benzoico,

que me des tu acetona sólo pido;
y en arrebato intenso, propanoico,
catalizaría contigo un aldehído.

Si tocaras mi electrón estando activo,

de inmediato, mi amor, lo excitarías;
y enseguida el coeficiente radiactivo
a su máxima potencia elevarías.

En tu matráz esbelto y anforado,
mi neutrón con tu núcleo reaccionando;

y en el valle de tus senos, ionizado,
mi átomo en tu cuerpo condensando.

Si tuviera un carburante, una estrategia,

que acelerara los rayos de mi cátodo;
con pasión sentirías el agua regia
de cationes incrustándose en tu ánodo.

Introducir mi pipeta en tu aposento,

¡ojalá me concedieras esa suerte!;
para ver tu desnudez, ¡regio portento!,
y en mi tabla periódica esconderte.

Que mi protón se inserte en tu hermosura

para, audaz, tu molécula morderte;
e impregnar tu vientre con ternura,
¡con mi química, al fin pude tenerte!

                           Jesús Núñez León


















 














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