LA REINA DEL EDÉN
No hay nada comparable en este mundo,
a los placeres que te brinda una mujer;
te lleva a la estratósfera en segundos
y en su nave a puro ardor te hará volver.
Es amarla sin fronteras algo hermoso,
que a los límites te lleva del te quiero;
y a su lado disfrutar de un delicioso
y exquisito cafecito mañanero.
No hallarás otra Eva parecida,
en el vasto y feraz reino animal;
es la reina del Edén, indiscutida;
y, si lo dudas, pregúntaselo a Adán.
Agradece el manjar que ella dispensa,
generosa, es un milagro de la vida;
hacia ella jamás ninguna ofensa,
si no quieres tornarla en tigra herida.
Vive dichoso instalado en su regazo,
dispénsale atenciones de princesa,
pon alfombras muñidas a su paso
¡eso y más se merece su grandeza!
Jesús Núñez León.
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