viernes, 7 de septiembre de 2012

LA MUJER DE AHORA



LA MUJER DE AHORA

Vive la mujer de ahora,
buscando la perfección;
no es a través de la moda
que se llega al corazón.

Porque la razón me asiste,
un elogio a mi mamá:
la mujer perfecta existe,
¡es la esposa de papá!

Es del cuerpo la belleza,
transitoria y pasajera;
mas la belleza del alma,
¡esa es la que es verdadera!

De ser esclava ya deja,
es tu cuerpo el que reclama;
no te aman por ser bella,
¡eres bella porque te aman!

Los zapatos que ahora usan,
de tacones rolitrancos;
si un poquito más abusan,
¡mañana se pondrán zancos!

Veo a enanas y me abismo,
pues lucen como grandotas,
haciendo malabarismos
en esas plataformotas.

Hay damas que se les ve,
el blue jean sube que sube;
porque es que el que te conté,
a los “buzos” nunca elude.

Las que usan “hilo dental”,
con los nervios casi en vilo,
buscando cómo tapar
la franja que muestra el “hilo”.

Pero existen las malvadas,
que con toda la intención,
se hacen las descuidadas
¡para que sufra el mirón!

Las sifrinas, cocinando,
es algo que causa risa;
las hortalizas pelando,
¡con sendas uñas postizas!

A las damas les suplico
que no abusen de las “lolas”;
inmensas como ellas lucen,
algunas parecen bolas.

Para el cuerpo alimentar,
llegan a ser hasta cínicas;
pues, de tanta hambre pasar,
¡se convierten en bulímicas!

Hay otras que, al competir,
con el sexo masculino;
para la igualdad exhibir,
descuidan lo femenino.

En colores de cabello,

infinito han explorado:
¡tiñen su lindo cabello
de azul, de rojo o morado!

Los bellos tonos dorados
del amanecer, festejo;
la mujer lo ha superado:
¡ahora usa también reflejos!

Van al salón de belleza,

les ponen un mascarón,
para que no se parezcan
¿no es una contradicción?

Yo casi estoy convencido,
que ellas cambian su apariencia,
no por novios ni maridos
¡es para la competencia!

El que en un gimnasio hubiere
varones era lo usual;
mayormente hoy son mujeres,
las asiduas del local.

Lo del piercing es fatal,
no lo aplaudo, no lo admito;
¡lo más antinatural,
antiestético, inaudito!

El tatuaje es más pasable,
sobre todo si es artístico;
¡sitios inimaginables!,
¡llegan a lo oculto y místico!

Las modas que el hombre acepta,
son la de la minifalda
y la del jean que nos muestra
el ombliguito y las nalgas.

A las mujeres les dejo,
como hombre este mensaje,
que de verdad  tiene el sello:
en cuestiones de cabello,
de cuerpos, de maquillajes:
¡bisturíes, ni potajes!
¡lo natural, lo más bello!;
porque es en lo original,
¡donde el hombre ve el destello!

                    Jesús Núñez León.






























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