¿ESTA NO TE BASTA?

¿ESTA NO TE BASTA? 

 (Canción popular escrita 
 para ser cantada por una mujer)

Cuando ves mujeres,

te noto entusiasta;

mira para abajo.

¿esta no te basta?

Si esta no te basta,

la verdad prefiero;

ni estoy en subasta,

ni obligada quiero.

CORO:

Si esta no te basta,

fino, fino, fino;

Si esta no te basta,

busco otro inquilino.

Si esta no te basta,

de hambre no se muere;

si esta no te basta,

otro habrá que quiere.

Si esta no te basta,

porque otra prefieres;

Si esta no te basta,

ya tu puesto cede.

         CORO

Si esta no te basta,

o estas inconforme;

ni tu tienes casta,

ni aquello es enorme.

Si esta no te basta,

anda con Manuela;

la mano desgastas

en donde tu abuela.

           CORO

Si esta no te basta,

vete ya al infierno;

antes que esta incauta,

te ponga los cuernos.

Si esta no te basta,

fuera, fuera, fuera;

¡que una cola de hombres,

me espera allá afuera! (BIS)

   Jesús Núñez León.

SON NEGROS

SON NEGROS

Negro es el azabache,
conque adornas tu muñeca;
las ojeras del mapache,
la conciencia del que peca.

Negros son los nubarrones,
que presagian la tormenta;
y negros los corazones 
donde el amor no se asienta.

Negra debe ser la noche,
para que el cocuyo alumbre;
y negro ha de ser el coche
que al cementerio te enrumbe.

Negros son los sentimientos
del que a su familia ignora
y negro es ese momento 
en que el alma te abandona.

De negro tu ibas vestida,
el día que me deslumbraste;
negrísimas las pupilas,
conque de amor me miraste.

Fuiste negra consentida,
cuando de mi amor triunfaste;
¡y negras son las heridas
que en el alma me dejaste!

Negros son todos los seres
infelices, vagabundos;
¡y negras son las mujeres
más hermosas de este mundo!
 
           Jesús Núñez León.

JUGANDO

JUGANDO

 

Comenzamos nuestro amor casi jugando,

caminaba y tropezamos, como un juego;

al bailar nos besamos, jugueteando,

y en mi alma desde entonces yo te llevo.

 

Fue jugando que una vez nos acostamos

y, como niños, comenzamos a jugar;

y jugando al amor nos enredamos

sobre aquella verde alfombra, al retozar.

Y jugando llegamos al altar

y en Dios, nuestro Señor, nos cobijamos;

ante Él juré que siempre te iba a amar

y en señal de respeto nos postramos.

 

Y el fruto de aquel juego es este hijo,

que la dicha a nuestra unión vino a brindar;

disfrutemos de este amor que Dios bendijo,

¡los tres, felices, jugando en nuestro hogar!

 

                                Jesús Núñez León.