EFLUVIOS DEL DANUBIO
Era apenas un chaval,
cuando yo te conocí;
desde esa vez intuí,
que mi andar hasta el final
para bien o para mal.
estaría entre tus brazos;
y, al darte el primer abrazo,
sentí el impulso carnal
que me lanzó al tremedal
de tus profundos ojazos.
En la vida vueltas di,
mujeres tuve a granel;
algunas pudieron ser,
pero siempre a ti volví
añorando tu querer;
fuiste siempre mi refugio
y en mi ser siento el efluvio
que emana de ti, mujer;
y siempre querré verter
en tu Austria mi Danubio.
Es eso lo que has querido,
es eso lo que has deseado
y ya por fin lo has logrado
ahora que soy tu marido;
y yo como hombre cumplido
que no se anda con rodeos,
te tendré como un trofeo
y a ti me dedicaré,
y tus playas bañaré
como aquel río europeo.
Jesús Núñez León.
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