TE ESPERO EN EL CIELO
Te espero, mi amor,
te espero en el cielo,
al lado de Dios
los dos estaremos;
igual de felices
allá lo seremos;
convencido estoy,
yo me iré primero;
te espero, mi amor,
¡te espero en el cielo!
Allí te pondré
de nubes un velo,
besaré tus manos,
besaré tu pelo,
será el paraíso
nuestro derrotero;
te espero, mi amor,
¡te espero en el cielo!
Si mi tiempo expira
y en gracia divina
al Edén yo voy,
antes de que muera,
vida, en tu presencia
te lo juro hoy:
¡mi eterna existencia,
también te la doy!
Ha de ser lo menos
que ofrecer brindara,
a quien me cuidara
con total esmero
y me prodigara
cariño sincero;
por eso mi amada,
mi esposa adorada
¡te espero en el cielo!
Y cuando San Pedro
anuncie tu vuelo
hacia los confines
del azul etéreo,
con el alma henchida
de dicha y de anhelo,
yo te esperaré
y susurraré
a tu oído quedo:
¡bienvenida, amor,
bienvenida al cielo!
Jesús Núñez León.
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