PELIRROJA
Es tu rostro
blanquísimo dosel,
que tu boca
rojísima engalana;
tu sonrisa es
como sol de la mañana
y tu cuerpo
preciosísimo laurel.
Cabellera no
había visto más bonita,
ni más
perfectamente despeinada;
pelirroja cual
ardiente llamarada,
que ante el
céfiro celaje se encabrita.
Y, airosa te he
visto caminar,
cual inquieta
potranca que al pasear
se sabe del
potrero soberana.
Y de lejos te he
tenido que admirar,
no sé cuándo por
fin podré tocar
con mis labios
tu piel de porcelana.
Jesús Núñez León.
No hay comentarios:
Publicar un comentario