POR IMPRUDENTE
Gracias al Señor por haberte conocido,
tu eres lo mejor que me ha pasado;
a pesar de que el tiempo ha transcurrido,
de mi memoria nunca te he borrado.
Reconozco que pequé al abandonarte,
que precipitada fue mi decisión;
¡cómo quisiera volver a conquistarte
y obtener sin reticencias tu perdón!
Te perdí al reaccionar malsanamente,
sin pruebas acusándote, imprudente,
cuando yo de falso orgullo hacía alarde.
Y la vida me golpeó por insolente
y me devuelve a tus brazos inclemente,
¡solo pido a nuestro Dios que no sea tarde!
Jesús Núñez León.
No hay comentarios:
Publicar un comentario