EL ORATE
Yo quisiera estar loco para amarte,
porque cuerdo la realidad es la que impera;
y se impone a mis ganas de tomarte,
¡hacerte mía, no importa donde fuera!
Pero el respeto y el decoro hay que guardar
y los labios con fuerza yo me muerdo,
para impedir que te lleguen a besar,
¡mi más grande locura es estar cuerdo!
Por ser hombre honesto y respetuoso,
estoy viviendo mi mayor calamidad;
eres ajena y sería indecoroso,
¡soy esclavo del qué dirá la sociedad!
Me miras con dulzura y tengo que ignorar,
que mi corazón con furia inmensa late;
total indiferencia debo aparentar,
¡conviérteme, Señor, en un orate!
Jesús Núñez León.
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