TUS ENCANTOS
Quiero verte ante mí desguarnecida,
desnuda, sin murallas, sin escudos;
que tu cuerpo para mí sea la guarida,
que en tu erótico accionar me deje mudo.
Incandescente es el sol de tu mirada,
picarona, ardiente y seductora;
que penetra en mis pupilas como daga,
horadando mis defensas sin demora.
El bermellón de tus labios es lujuria,
como fresas en sazón, apetitosos;
ya quisiera en los míos ver su furia,
descargando su dulzor libidinoso.
Todo tu ser es un compendio de pasiones,
tu cintura, tus piernas, tus cabellos,
pero enloquecería al ver las erupciones
de los volcanes más abajo de tu cuello.
Y no sigo porque no resistiría
la tentación de abalanzarme sobre ti;
ajena eres, pero igual sucumbiría,
¡tus encantos los quisiera para mí!
Jesús Núñez León.
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