CUANDO UNO LLEGA A VIEJO
Cuando uno llega a viejo,
¡la propia monotonía!;
igualitos son los días,
¡todos transcurren parejos!
Tienes que hacerte el ovejo
y en nada participar,
para a nadie incomodar,
cuando uno llega a viejo.
Cuando uno llega a viejo,
agarra lo que le den;
y te lo comes también,
porque si no eres pendejo.
Bien fruncido el entrecejo,
de los chistes no te rías;
a cualquiera ofenderías,
cuando uno llega a viejo.
Cuando uno llega a viejo,
no ir debe a reuniones;
si emitieras opiniones,
¡lo mínimo, un carraspeo!
Si en la casa hay un festejo,
quédate en tu habitación;
¡mueble inservible al rincón,
cuando uno llega a viejo!
Jesús Núñez León,