LOS GRITOS DE TU SILENCIO
De regreso al hogar y allí te encuentro,
preparando tus maletas con afán;
significa, lo sé bien, que al fin lo nuestro
terminará al vaciarse tu desván.
Jamás me diste ninguna explicación,
de tu extrañísima afición a la mudez;
de ti hubiera preferido un buen sermón,
unos chillidos o una frase soez.
Transcurría tu existencia entre pretextos,
eludiendo, rehuyendo y esquivando;
será lánguida tu vida sin afectos,
por tu mutismo la dicha rechazando.
Ignorarme, lo que más te convenía;
las coartadas, las disculpas solo estorban:
mejor callada, hacia adentro te decías;
pero recuerda, que aquel que calla otorga.
Muda te quedaste y no supiste darme,
las excusas que mi alma se merece;
y en el vacío que al marchar vas a dejarme,
¡los gritos de tu silencio me ensordecen!
Jesús Núñez León.
No hay comentarios:
Publicar un comentario