INCERTIDUMBRE
Terminar quiero con esta incertidumbre,
así no sé vivir, te lo confieso;
mi paz requiere tener la certidumbre,
de que ansías el fuego de mis besos.
Juro que respetaré tu decisión,
no habrá reproches, ni resentimientos;
la certeza es preferible a la ilusión
de que un día sentirás lo que yo siento.
Si me amaras, de ser sería tu razón,
y si me odiaras me incrustaría en tu mente;
escoge lo que te dicte el corazón,
lo que quiero es no serte indiferente.
Si decidieras por la primera opción,
te prometo que serás la reina mía;
yo, tu súbdito, instalado en el balcón
de tus labios sorbiendo tu ambrosía.
Sería el hombre más dichoso de la tierra,
con mi existencia en el cielo de tus brazos;
descifrando lo que allí tu pecho encierra
y feliz dormitando en tu regazo.
En cambio, si te diera por odiarme,
tu vida sin mi amor sería un infierno;
de tu cabeza jamás podrías sacarme,
¡sin remedio condenados al averno!
Decide, que en mí arde la impaciencia,
solo tú, a mi mar traerás la calma;
necesito la canción de tu presencia,
¡para cantarla, mi amor, con toda el alma!
Jesús Núñez León.
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