domingo, 28 de mayo de 2023

TU MELODÍA.









TU MELODÍA


Besé tus labios y sentí un escalofrío,

que recorrió todo mi cuerpo intensamente;

desde allí vives en el pensamiento mío,

y en mi cielo cual lucero refulgente.


Los efluvios de mi amor acaparaste,

para mi estufa encontré que eras el fuego;

a mi azaroso existir lo transformaste

y te tornaste en lazarillo de este ciego.


Eres el sol que a mi vida le faltaba,

lo tengo todo, pues todo tú lo tienes;

y el infierno se desata en mi almohada,

cuando anuncias que a mi alcoba ya no vienes.


A este aciago vivir no me acostumbro,

te deseo aquí en mi cama noche y día;

mi futuro, sin tu amor no lo vislumbro,

¡necesito oír sonar tu melodía!


              Jesús Núñez León.




























DESEO VOLVER.








DESEO VOLVER


A tu lado, mi bien, deseo volver;

intensa, me consume ardiente prisa;

muero por ver en tu rostro aparecer.

el deslumbrante sol de tu sonrisa.


Las fresitas maduras de tus labios,

ya quisiera morderlas con afán,

que acaben de una vez con mis resabios,

mi deleite supremo ellas serán.


Sufriste en mi abandono, ¿quién lo duda?,

me angustia todavía el resquemor;

la vid de tu dolor dará las uvas,

que fermenten en el vino del amor.


Conservo tu retrato en mi almohada,

tu recuerdo vivaz, mi alma lacera;

el insomnio me juega mil trastadas

y el sueño, evasivo, no me llega.


Absorto en las angustias del te quiero,

pedirle a Jesucristo sólo queda,

que me cure de este amargo desespero

y que pronto, a mi favor Él interceda.




                    Jesús Núñez León


























sábado, 27 de mayo de 2023

TU MUJER









TU MUJER


Es tu mujer gema preciosa por labrar

y eres tú el orfebre que Dios quiso,

esmérate en su brillo resaltar

y darle aquí en la Tierra el paraíso.


Raudo llévala al altar de tus querencias,

que de su ser jamás brote el dolor;

recuerda de la dicha ella es la esencia,

que sus ojos sólo lloren por amor.


Avívale con mimos su existencia

y verás siempre su alegría florecer;

si está ansiosa, no le niegues tu presencia,

¡el abono que la hará reverdecer!


Siembra en su vientre el germen de tu afecto,

ella merece esa ofrenda más que nadie;

afánate por ser hombre perfecto,

para que su alma eterna luz irradie.


Garantizo que no te defraudará,

te devolverá con creces lo invertido;

tu señora esplendorosa ella será

¡y tú, el más feliz de los maridos!


                  Jesús Núñez León.