CONDENADO
(Dedicado a todas las abogadas)
Cómo quisiera ser yo procesado,
por ser tu más ferviente enamorado;
llegaría gustoso ante el estrado,
del más recto y severo magistrado.
Y con tal de mirarte en el juzgado,
me importaría poco, en sumo grado,
por un fiero fiscal ser acusado,
si aceptaras también ser mi abogado.
Yo en la gloria si fuera condenado,
a vivir en tus brazos maniatado,
por el sol de tus ojazos alumbrado
¡y por tus besos de fuego torturado!
Jesús Núñez León.
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