AL ENCUENTRO CON MI AMADA
Se alborotan los rizos de la tarde,
con el céfiro comienzan su vaivén;
primavera, que de fiesta haces alarde,
y la noche mirando con desdén.
Los cocuyos sonríen apagados,
sus luces ya muy pronto encenderán;
las luciérnagas preparan su alumbrado,
tenaces a lo oscuro enfrentarán.
La luna esplendorosa ya se asoma
y apenado el sol se va a ocultar,
escondiéndose tras las verdosas lomas,
ya los búhos su pereza han de soltar.
El crepúsculo tiñe de arrebol,
las mejillas del día que fenece;
y se acaba su mágico esplendor
y su albo clarear, pues ya anochece.
Las estrellas empiezan a brillar
y mi aliada oscuridad hace su entrada;
los grillitos se aprestan a anunciar,
que es la hora de encontrarme con mi amada.
Jesús Núñez León.
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