miércoles, 1 de diciembre de 2010

AMOR ANGULAR


AMOR ANGULAR


Es mi amor, ángulo obtuso al abrazarte;
y, al tenerte entre mis brazos se agudiza
y, en su medida angular se sintetiza,
el inverso de mi afán de acariciarte.

Y es tu cuerpo, sin igual transportador,
que mis grados de pasión, fogoso, mide;
y, aquel vértice tan tuyo que me pide,
que bisecte con mis ganas tu pudor.


CORO:
Nuestro amor angular,
sin reglas, sin escuadra, sin compás.
Nuestro amor angular,
no requiere de instrumentos para amar.


Y llevada, tiernamente de mi mano,
en un plano horizontal tu yacerás;
y tu cuerpo, junto al mío, formará
un sensual y original ángulo llano.

Y mi deseo a tu vientre acudirá;
y, medirlo no será ya necesario;
porque, siendo de tu amor complementario,
¡en perfecto ángulo recto él estará!.


CORO:
Nuestro amor angular,
sin reglas, sin escuadra, sin compás.
Nuestro amor angular,
la geometría, también enseña a amar.

                         Jesús Núñez León.
                   




































TAN FRÍA COMO LA NIEVE























TAN FRÍA COMO LA NIEVE

Yo te comparo, mi vida,
con la más hermosa estrella;
su fulgor en tus pupilas
y distante como ella.

Como una piedra, tu eres,

lanzada al agua, mi amor,
mojarse por fuera puede,
pero nunca en su interior.

Eres tu, como la rosa,

cuya belleza reanima;
pero, acercarse nadie osa,
por temor a sus espinas.


CORO:
Tan fría como la nieve,
blanca como ella, también;
Has de caer en mis redes,
te lo aseguro mi bien.

Si quisieras ser mi amada,
te garantizo, mi cielo,
que yo te transformaría
en la estrella de mi anhelo,
en piedra adentro mojada,
en un rosal sin espinas
y en la nieve derretida,
por el calor de mis ganas.

CORO


(Repetir última estrofa)


                 Jesús Núñez León.




















¿POR QUÉ NO LO HICIMOS ANTES?



¿POR QUÉ NO LO HICIMOS ANTES?


Sufro un inmenso castigo;
pues, la mujer que me quiere,
es la esposa de un amigo
y me angustia que se entere.

Ella me entregó su amor,

un amor desesperado;
y comenzó este dolor
de querernos en pecado.

Al principio hubo rencor,
mas no pudimos odiarnos.
Nuestra vida es ese amor
y es la muerte separarnos.


¿Por qué este amor ha de ser
de angustia y de sobresaltos?
Que si alguien nos puede ver…
Que tenemos que ser cautos…

Ave que en invierno llega
y halla calor en mis brazos,
¿por qué en verano no deja
que me duerma en su regazo?

Quisiera un amanecer,
donde los dos abrazados,
nunca tengamos que ser 

de la cama levantados.

Pero este modo de amar,
amarga nuestra existencia;
ya basta de vacilar,

en mí reina la impaciencia.

Que me quieres, yo lo sé;
que te adoro, tu lo sabes;
entonces, dime por qué
seguimos siendo cobardes.

Ya es inútil esconderlo,
porque alguien se lo dirá;
y el divorcio hay que obtenerlo
¡y así no te lo dará!.

¡Hay que decírselo a él!,
hay que enfrentar el destino.
Ya sé que es duro y es cruel,

pero no hay otro camino.

Tu perderás un marido
y en mí tendrás el mejor;
y yo, perderé a un amigo,
¡saldrá ganando el amor!.

Que no te arrepentirás,
puedes darlo por cumplido;
y, cuando estemos unidos,
me dirás, a cada instante:
dime por qué amor mío,
¿por qué no lo hicimos antes?

                            Jesús Núñez León.



NUNCA ENCIERRES AL AMOR




























NUNCA ENCIERRES AL AMOR


Nunca encierres al amor,
deja franca alguna puerta;
que cuando quiera salir
y escapar hacia otro amor,

que se vaya sin dolor,
que siempre la encuentre abierta.

CORO 1:

Nunca encierres al amor,
deja franca alguna puerta;
que cuando quiera salir
y escapar hacia otro amor,
que se vaya sin dolor,
que siempre la encuentre abierta.


El amor es como un ave,
que si se encierra se muere
y sobrevive, si puede
sus alas movilizar;
y, aunque la jaula sea de oro,
si se encierra, morirá;
porque el amor, como el ave,

necesita libertad.


CORO 2:
Nunca encierres al amor,
que no sienta ligaduras;
que, cuando se encuentra libre,
es cuando el amor más dura,
el querer se hace más fuerte
y el sentimiento madura.

El amor encadenado,
vive acumulando penas;
ya no se dedica a amar,
piensa sólo en escapar
y en romper esas cadenas.

CORO 3:
Jamás tengas al amor,
al amor en cautiverio;
porque, entonces, el rencor
llega al alma sin remedio.

CORO 1- CORO 2-CORO 3


             Jesús Núñez León.