¡QUE MURMUREN!
Dicen que tu lindo cuerpo,
un milagro debe ser;
y que en todo el universo,
no hay más divina mujer.
Y te miran con deseo,
con pasión mal contenida;
cuánto dieran por tener,
tus encantos algún día.
Y yo me muero de celos,
no lo puedo remediar,
por temor al qué dirán,
tenemos que silenciar
que me quieres, que te quiero.
Y tenemos que fingir,
y decir “hola, qué tal”
y mostrar indiferencia,
cuando nos miran hablar.
Las miradas esconder,
que no sepan la verdad,
que mis ojos no delaten
de mi amor la realidad.
CORO:
Y así debemos vivir,
simulando una amistad;
y yo por dentro sufriendo,
siempre a punto de estallar.
Estoy cansado,
así no quiero seguir;
estoy hastiado,
de simular, de fingir.
¡Que murmuren!.
Ya no importa,
¡que murmuren!
Vamos a gritarle a todos
el secreto que nos une.
CORO:
¡Que critiquen!
¡Que murmuren!
Que se enteren, de una vez,
del amor que nos consume.
Ya basta de andar a escondidas,
buscando un lugar para amarnos.
Tendrán que aceptar que, en la vida,
ya nada podrá separarnos.
CORO:
No haremos más caso a murmullos;
podremos mostrar, con orgullo,
felices, nuestro idilio al mundo.
Ya nadie nos verá fingir
y, entonces, tendrán que decir
“qué amor tan profundo”.
Jesús Núñez León.
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