miércoles, 1 de diciembre de 2010

FINAL






FINAL

Que debemos terminar,
me dices con fría calma;
sin pensar en que al hablar,
me apuñaleas el alma.

Ni siquiera el pesimismo
de mis peores momentos,
me avizoró que este abismo
pudiera una vez ser cierto.

CORO:
Desconfiaste de mi sombra,
de mis besos, de mi amor;
y ahora, anda, no me asombra,
desconfía de mi dolor.

¿Qué cerrarás los sentidos
a esa llama que en ti arde?
Siempre seré tu marido,
¡reconócelo cobarde!.

Si algún día, el tiempo andando,
con otro hombre te encontraras;
me vivirías comparando,
cada vez que te acostaras.

       CORO

Y el castigo que te mando,
es que al hacer el amor,
te frustraras, añorando,
de mi pasión el ardor.

Y el llanto a ti acudirá,
como éxtasis final;
y, él, seguro entenderá
que contigo algo anda mal.

       CORO

Y si no viniera un hijo,
a mitigar tu condena,
tu vida, Dios es testigo,
será un rosario de penas.

Y así pasará la vida,
nuestra ilusión en pedazos:
tu, jugando a ser querida;
yo, muriendo en otros brazos.

        CORO

(Se repite la última estrofa)

          Jesús Núñez León.










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