EL FLAUTISTA.

EL FLAUTISTA 

En tus ardores quisiera penetrar

y fundirme contigo en un abrazo;

para que, amor, me permitas ensayar

los compases de mi flauta en tu regazo.

Derramaría en tu vientre lindas notas,

del armónico accionar de mi instrumento;

tú serías en las noches mi garota,

convirtiendo en mi teatro tu aposento.

Un concierto por ti jamás vivido,

que escucharás con el alma, estremecida;

que hará vibrar todos, todos tus sentidos,

que esta fiesta rogarás sea repetida.

Con tu boca incrustándose en mi boca,

bailarías a mi ritmo en nuestra pista;

y al oído me dirás, ardiente y loca,

¡me enamoré de un insólito flautista!

                       Jesús Núñez León.

TE ESPERAMOS.

TE ESPERAMOS

Te esperamos con amor, Samuel Ignacio,

nueve meses de esperanzas y de anhelos,

desde que la cigüeña vino del espacio,

a convertir en luminoso nuestro cielo.

Falta poco para que veamos tu carita

y colmarte de mimos y de besos,

será el Edén contemplar tu sonrisita

y dormirnos junto a ti, nuestro embeleso.

Serás la estrella que faltaba en nuestro lar,

un orgullo inmarcesible, hijo querido;

embellecerás para siempre nuestro hogar,

¡del corazón nos aceleras los latidos!

La familia espera el día de abrazarte,

para amarte, bebé hermoso, sin medida;

Para nosotros será dicha apapacharte

¡y el alma tú serás de nuestras vidas!

                 Jesús Núñez León.

BIENVENID@ SEAS-

BIENVENID@ SEAS

Bienvenid@ seas, angelito tierno,

no sé si eres hembra, o si eres varón;

pero te aseguro un amor eterno,

no importa tu sexo ni tu condición.

Querubín sin alas, que al fin te presentas;

mil besos y abrazos, por ti esperarán;

quiero que la virgen sea quien te consienta,

te esperan con ansias Blanca y Abraham.

La dicha traerás a tus abuelos,

¡toda tu familia te bendecirá!;

serás un diamante venido del cielo,

¡la gracia divina contigo vendrá!

                

                Jesús Núñez León.

PARA JUAN PABLO Y MARÍA LAURA.

 

 María Laura y Juan Pablo: 

Reciban nuestra bendición en este día especial, no solo para sus vidas, sino también para las de todos los miembros de sus respectivas familias. Tengan ustedes la certeza, de que aunque no estemos presentes físicamente, sí lo estamos de corazón, festejando con el alma esa bella unión de ustedes. Reciban nuestras más sinceras felicitaciones y tengan la plena seguridad de que nuestras bendiciones les acompañarán adonde quiera que vayan, por el resto de sus dichosas vidas. Para ustedes es este poema, escrito especialmente con motivo de su boda. Escúchenlo con atención, porque encierra muchas verdades.

A MARÍA LAURA Y A JUAN PABLO 

 
Hoy como nunca el amor
está de cuerpo presente,
hay fiesta en el corazón
y en los ojos de la gente.

La iglesia está engalanada,
¡cómo lucen sus altares!;
se casa nuestra adorada 
María Laura Beltrán Suárez.

Juan Pablo, hoy tú te llevas
la consentida de mamá;
y sabrás que es también ella
los ojos de su papá.
 
Será por Dios bendecido
este amor puro y sincero,
los flechazos de Cupido
jamás fueron tan certeros.

Al jurar sobre la biblia
la boda que festejamos,
la joya de la familia
a Juan Pablo le entregamos.

Que él la sabrá valorar,
eso nunca lo dudamos;
que esta unión sea ejemplar
es lo que al cielo rogamos.

Que haya paz, respeto y calma,
como los dos se merecen;
y que se alegren sus almas
cada vez que ambos se besen.

Tres consejos quiero darles,
que sean luces encendidas:
escuchen siempre a sus padres,
por la experiencia vivida.

Al querer jamás lo encierren,
porque él sana las heridas;
y, el tercero, que destierren
el orgullo de sus vidas.

Que Dios bendiga y proteja,
con su manto de bondad,
y conduzca a esta pareja
rumbo a la felicidad.

Con aplausos celebremos
esta unión bella y hermosa,
del amor los herederos:
¡Juan Pablo y su linda esposa!

       Jesús Núñez León.