EL CAMPESINO NEMESIO

 EL CAMPESINO NEMESIO

El campesino Nemesio,

la tierra va trabajando;

mientras que en su propia suerte,

Nemesio va meditando.

CORO:

Que haya cosecha,

mi Dios te pido;

que haya cosecha,

como es debido;

que no se pierda,

por no llover,

ni tampoco,

por lo llovido;

que no se pierda,

sólo te pido;

que es la comida,

para mis hijos.

Cuando el campesino siembra,

con fervor a Dios le ruega;

que en el invierno le escampe

y que en verano le llueva.

CORO:

Cuando el campesino siembra,

con fervor a Dios le ruega;

que en el invierno le escampe

y que en verano le llueva.

El sol comienza a meterse,

la noche se viene encima;

y el exhausto campesino,

hacia su rancho camina.

CORO:

Van a su encuentro,

dos de sus hijos;

que impresa tienen,

la gran miseria,

que los conmueve;

se les ve hambrientos

y macilentos;

porque su padre,

hacer más no puede.

Como es padre precavido,

aunque su mundo es oscuro;

al pensar en sus muchachos,

también piensa en su futuro.

CORO:

Y ya en el frente,

del rancho inmundo;

le da el machete,

a Pedro Segundo;

para que enseñe

a Nicomedes;

y que no quede

bruto en el mundo.

Y aunque Nemesio siente,

calor de padre en el pecho;

cuando penetra en el rancho,

va rumiando insatisfecho.

Señor, cuida a mis muchachos;

que yo no sé,

cuando temple el cacho.

CORO:

Señor, cuida a mis muchachos;

que yo no sé,

cuando tiemple el cacho.

Cuando el campesino siembra,

con fervor a Dios le ruega;

que en el invierno le escampe

y que en verano le llueva.

CORO:

Que haya cosecha,

mi Dios te pido;

que haya cosecha,

como es debido;

que no se pierda,

por no llover,

ni tampoco,

por lo llovido;

que no se pierda,

sólo te pido;

que es la comida,

para mis hijos.


        Jesús Núñez León