FRUSTRACIÓN
Soñaba el pobre ciego que veía,
un mundo de esperanzas y de amores;
un mundo, donde el hombre no sufría;
un mundo, sin malicia, sin temores.
Y era feliz el ciego con su sueño,
con la fe y la confianza que sentía;
que el afán de hacer el mal, era pequeño;
y, que paz y esperanzas sólo había.
por un milagro de la ciencia, acaso;
convertir, en realidad, su fantasía
y vio rota su ilusión en mil pedazos.
CORO:
Al
contemplar, el mundo cómo avanza,
en
camino a su propia destrucción;
bombas,
guerras, invasiones y matanzas;
a
cualquiera le produce frustración.
no era el mundo que, en sueños, había visto;
y le llegó, hasta el alma desgarrada,
un dolor más profundo que el de Cristo.
Era un mundo de doblez y de ficción,
de artificios y de oscuro proceder,
de maldad, de suplicio, de aflicción;
donde, incluso, se asesina por placer.
CORO
Y del mundo que en sueños contemplara,
ni un atisbo fugaz en este mundo;
se esfumó, para siempre, en un segundo.
Y ya no quiso ver, el pobre ciego;
y en vivir sin ilusiones, puso empeño;
el dolor se cebó en él, cual vivo fuego;
y, más nunca, fue feliz con ningún sueño.
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