SENEGAL

SENEGAL

(Al hermano Eddy Córdova)

Entre  lomas de arena te  levantas,

imponente, Senegal, con tu fulgor;

ofreciendo, generoso, tu esplendor

y el calor de Dakar que al orbe encanta.

Tu camino construyes con tesón,

con Senghor, el poeta presidente,

alumbrando y arraigando tu presente,

el futuro te sonríe promisor.

Senegal, eres parco en dimensiones,

pero inmensa en la historia tu presencia;

y hasta aquí nos empapa de tu esencia,

la tormenta tropical de los monzones.

De tu raza, es hablar de fortaleza;

del imperio Jolof, de los mandingos,

de musulmanes que labran su destino,

con el hálito vital de tu grandeza.

Observar no quisiera la infecunda

concentración de tu gente en pocas partes;

por eso me permito aconsejarte,

¡necesario es poblar a Tambacounda!

Los xadir, los cristianos los talibes,

animistas, tidjanes y leyenes;

respetuosos te ofrecen parabienes,

receptivo y tolerante los recibes.

Concitas la perenne indiferencia

de vetustas potencias imperiales;

pues supiste sacudirte de sus males,

con tu glorioso abril de independencia.

Tu cultura es el mejor de los safaris,

le otorgaste dignidad a los mendigos;

y al saber de tus costumbres yo me digo,

¿quién mete el pie, primero, en el canari?

El perdón del mundo aquí te ofrezco,

por la infame humillación que un día fue

el recuerdo de la Isla de Goré 
declarada, hoy, patrimonio de la UNESCO.

Con la fuerza que me da la admiración,

un abrazo te doy al despedirme;

y te pido, Senegal, hazlo extensible

a tu valiente y pujante población.

                   Jesús Núñez León