lunes, 25 de abril de 2022

VORÁGINE.



VORÁGINE


Te miré y nuestras miradas se encontraron,

también tus ojos buscaban a los míos;

una sonrisa tus labios esbozaron

y sentí dentro de mí un escalofrío.


Y admiré por vez primera los luceros,

recostado en el cielo de tus brazos;

y desde que fuiste mía lo que quiero,

es vivir incrustado en tu regazo.


Jamás imaginé aquel huracán,

que en tu cuerpo de diosa se escondía;

ni tampoco el furor de tu volcán,

ni ese vértigo de ardor que me darías.


Me deleito escudriñando tu hermosura,

buscando el punto G que te da vida;

y enseguida me respondes con holgura,

¡en vorágine de amor jamás vivida!


                   Jesús Núñez León,






                  


































TU SEÍSMO.








TU SEÍSMO


Un torrente de pasiones encontradas,

el amor contigo hacer es mi somnífero;

cataclismo revolcándose en la cama,

provocándome efectos soporíferos.


Para alejar las angustias de mi mente,

un narcótico mejor yo no concibo;

que me lleve a dormir profundamente,

como niño entre tus pechos bien cautivo.


Cuando te abrazo en posición fetal,

se desata el borbollón de tu erotismo;

y sin tener compasión de este mortal,

me conduces otra vez al paroxismo.


¡Cómo disfruto despertar entre tus brazos!,

reverenciando tus dotes de hipnotismo;

y como contrariarte sé que es un fracaso,

¡voy de nuevo al vaivén de tu seísmo!


                        Jesús Núñez León.