LOCA DE ATAR
Felizmente, con su novio se casó
y un idílico amor ella vivió;
pero el fantasma de los celos la captó
y una noche de pasión se apareció.
El marido entre sus brazos se durmió
y, enseguida, ella su mano le tomó;
con la huella el celular le desbloqueó
y el soberano conflicto así empezó.
De todos los mensajes que miró,
ninguno culpa alguna reveló;
pero, insistente, buscó hasta que encontró
una imagen sospechosa que allí halló.
Cuando en Paris, el culto hombre estudió,
con La Gioconda una foto se tomó;
y cuando a aquella beldad la loca vio,
el divorcio sin reparos le pidió.
Y la dicha en ese hogar se terminó,
el incordio otras locuras engendró;
imposible el vivir juntos se tornó
¡y hoy finalmente el juez los separó!
Jesús Núñez León.
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