MI SONETO
Un poema de los viejos me enternece
y sus rimas mi alma entera sublimizan,
sin quererlo mis enojos se suavizan
y el sosiego tan ansiado en mí aparece.
No concibo el amor sin esos versos,
que las musas de Afrodita nos sugieren;
y que brotan espontáneos del que quiere
convertir a su diosa en su universo.
Colocando en un altar al ser amado,
con estrofas le hago ver que su adorado
inmortalizarla quisiera en un soneto.
Y contemplando los cielos estrellados,
el corazón me palpita enamorado,
¡dame Dios la inspiración para ese reto!
Jesús Núñez León.
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