SUMERGIDO.

SUMERGIDO

Tu marea del amor quiero surcar,

a la buena de Dios solo en mi bote;

con los riesgos que implica conquistar

una playa que custodia un cachalote.

Adentrarme en tus aguas turbulentas

y robarte poco a poco el corazón;

grandes son los peligros que eso enfrenta,

yo jamás he sido diestro en natación.

Bucear quiero en esa zona de tu ponto,

mágica, abisal, que efluvios tiene;

sin importarme tus miedos, tus exhortos,

ni que los rayos del sol allí no lleguen.

Zambullirme en las delicias de tu piélago

y dejar que tus olas me acaricien,

el susurrar sentir de tu archipiélago

y el orgasmo provocarte, así me asfixie.

No me tengas más, amor, en este estado;

abandona al que tienes por marido,

¡te prometo vivir siempre enamorado

y en el mar de tus encantos sumergido!

                   Jesús Núñez León