viernes, 26 de noviembre de 2010

EVOCACIÓN



EVOCACIÓN

Imagínote dormida en tu aposento,
bañada por la luz de mil estrellas,
rutilante de belleza el firmamento,
contemplando tu garbo de doncella

Casi puedo ver tu hermoso rostro,
orlado por tu blonda cabellera;
y tu cuerpo, que escultura pudo ser,
de una diosa del Olimpo digno fuera.

Y pienso en ti, coqueta y natural;
en tu cimbreante caminar, que es armonía;
en tu mirada, inocentísima y sensual;
y, en tu voz, que es mi dulce melodía.

Diana eres, que has flechado con tus ojos,
el inestable blanco de mi amor;
y presiento que detrás de tu sonrojo,
se entremezcla la pasión con el rubor.

Afrodita del amor, Circe hechicera,
de transparente y diáfana sonrisa,
la suerte de besarte quién tuviera
y el placer de ser tu dueño, mi Artemisa.
 
                    Jesús Núñez León.




































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