NUESTRA PRIMERA VEZ
Con esa timidez
tan tuya,
que tiñe de rubor
tu palidez;
me entregaste tu amor,
ayer,
dejaste de ser niña,
pasaste a ser mujer.
Tratando de cubrir,
desnuda,
tu bello cuerpo vi,
sin ver;
y, enseguida llegamos,
¡locura!,
donde nace el placer.
Tu virginal pureza,
mi cuerpo se llevó;
tus lágrimas salieron,
mezcladas con tu amor.
CORO:
Los ruidos nocturnales,
cesaron;
los grillos, admirados,
callaron;
sangre, lágrimas, sudor
la tierra recogió;
suspiros y caricias,
la noche se llevó.
La luna, refulgente,
como nunca alumbró;
testigo irreverente
de lo que sucedió.
CORO:
Los ruidos nocturnales,
cesaron;
los grillos, admirados,
callaron;
sangre, lágrimas, sudor
la tierra recogió;
suspiros y caricias,
la noche se llevó.
Sin poder contenerte,
a la luna,
gritaste a plena voz:
celosa, celosa,
estas envidiosa
de cómo amo yo.
Y, al momento,
una nube discreta,
con su manto,
a la luna tapó.
Tu virginal pureza,
mi cuerpo se llevó;
tus lágrimas salieron
mezcladas con tu amor.
CORO:
Los ruidos nocturnales,
cesaron;
los grillos, admirados,
callaron;
sangre, lágrimas, sudor
la tierra recogió;
suspiros y caricias,
la noche se llevó
Jesús Núñez León
No hay comentarios:
Publicar un comentario