sábado, 19 de marzo de 2022

CON UN BESO ME CONFORMO.














CON UN BESO ME CONFORMO


Yo no sé cuál es tu nombre,

pero eres flor muy hermosa;

te lo está diciendo un hombre

que cuidó un jardín de rosas.

 

Bellísima Dios te hizo,

cual joya de orfebrería;

desde ya, yo te bautizo

reina de la dicha mía.


Te admiro cuando laboras,

con tu profesionalismo;

un ciclón que me enamora,

más que un ciclón, un seísmo.

 

Tras de ti van mis suspiros,

admirando tu figura;

y las veces que respiro,

celebrando es tu lindura.

 

Solo de verte llegar,

mi estómago regurgita;

y con tu sensual hablar,

el corazón me palpita.


Un altar tú te mereces

en el alma de cualquiera;

y hasta yo te lo pusiese,

si un hombre joven yo fuera.

 

Por mi edad tu dudarás

de que de fuego te inunde;

pero eso no impedirá

que de halagos te circunde.

 

Alborotas mis sentidos

y a todos los de tu entorno;

pero sincero te digo,

¡con un beso me conformo!

 

           Jesús Núñez León.

























































miércoles, 16 de marzo de 2022

MUJER BELLA.





















MUJER BELLA


De tu cuerpo voy a hacer la descripción,

negro pelo que con gracia lo enarbolas;

lindos senos, junto a tu corazón,

y el mayor esplendor tu hermosa aureola.


Musical acento de feliz jilguera,

muy perspicaz, lo que no sabes lo intuyes;

cinturita que se mueve cual palmera

y una boca de la que fácil la miel fluye.


Sinuosos movimientos de pantera,

de mirada ardiente tus oscuros ojos,

que se agrandan ansiosos en la espera

del orgasmo que calme tus antojos.


Me enloquecen los gemidos que profieres,

que enajenan como nada mis sentidos;

tu hermosura mi cuerpo la prefiere,

¡mujer bella, contigo he renacido!


                          Jesús Núñez León.



































INSACIABLE. FRENESÍ.





















INSACIABLE FRENESÍ


Nuestro encuentro carnal lo recuerdo claramente,

cual experto cerrajero hurgué en tu cerradura;

te transformó mi calentura en fiera ardiente

y me empujaste a bordear casi la locura.


Con frenética pasión a tu cama me arrastraste,

de galanteos no hubo ocasión, ni de finuras;

tu indumentaria hacia un lado la lanzaste

y me arengaste a insertarte con premura.


Cabalgata vivaz, apoteósica y violenta;

tu inusual ay, ay, ay el silencio taladraba;

al unísono arribamos en cópula perfecta,

mientras afuera unos ladridos se escuchaban.


Volvió la calma a nuestros cuerpos agotados,

sobre mi pecho tu cabeza descansaba;

calmos instantes precursores de un tornado,

¡tu  insaciable frenesí, otra vez se despertaba!


                           Jesús Núñez León.