MONUMENTO AL AMOR INSATISFECHO.
Sobre un pedestal de amor te coloqué,
mujer hermosa como tu, yo nunca vi;
panal lleno de dulzura es lo que hallé,
desde el mismo instante en que te conocí.
Parecías un lucero inalcanzable
y me propuse tomarlo para mí,
una gema tan genuina y tan deseable,
más preciada que el más rico potosí.
Pero una hoguera de penas y de angustias,
loco encendí y arruiné tu doncellez;
y te fuiste dejando mi alma mustia;
el motivo de tu adiós, mi inmadurez.
Y despierto porque en sueños hoy te llamo,
hube andado los caminos del te quiero
y comido en los festines del te amo,
pero tus ojos aún alumbran mi sendero.
El desamor me ha convertido en necio,
en esperpento ridículo y cretino,
en un bodrio, un mamarracho, un adefesio,
en un torpe mentecato adicto al vino.
Burdo remedo del hombre que era yo,
desaseado, cadavérico y maltrecho;
ser despreciable que en bestia se tornó,
¡monumento al amor insatisfecho!
Jesús Núñez León.
No hay comentarios:
Publicar un comentario