Como una mansa corriente
de agua, que fue caudal:
como brisita inocente,
que un día fue un huracán.
Como débil cervatillo,
herido en cepo de caza;
como café en un pocillo,
que orate tenga por taza.
Cual vientecillo señero,
que ufanaba de tornado;
cual potro que fue cerrero
y ahora tira de un arado.
Como perro callejero,
soñando con su morada;
como callado jilguero,
sin su jilguera adorada.
CORO:
Así me siento por ti,
con sólo cuarenta años;
es tanto lo que sufrí,
que de hombre soy un engaño;
me asemejo a un dinosaurio
y de esta era me fui,
fue después que te perdí
que comenzó mi calvario.
INTERLUDIO
Cual rico de nacimiento,
obligado a trabajar;
como camello sediento,
al lado de un manantial.
Como anciano pescador
que ha renunciado a sus redes;
como el viejo agricultor,
que el surco sembrar no puede.
Cual resteado jugador,
que juega su última mano;
cual semental fundador,
que ya tiene el pelo cano.
Como perrito faldero,
sin falda a la cual asirse;
como conejito herido,
buscando donde morirse.
Así me siento por ti,
con sólo cuarenta años;
es tanto lo que sufrí,
que de hombre soy un engaño;
me asemejo a un dinosaurio
y de esta era me fui,
fue después que te perdí
que comenzó mi calvario.
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