declarando la guerra a mi cuerpo;
que en un mar de pasiones envuelto,
Ya vislumbro un combate de amor
y será sin cuartel esta guerra;
al final sólo habrá un ganador.
Tu intentando mis armas tomar,
yo queriéndote asir con mis dedos;
procurando con fiero denuedo,
mi bandera en tu suelo clavar.
Y, al final, tu bastión sometido,
en tu campo mullido, acolchado;
lanza en ristre a la lucha lanzado,
Y al mirarme en tu lecho, acabado,
con mi orgullo de hombre abatido,
no te ufanes de haberme rendido,
sólo “ honor al vencedor” he dado.
los gemidos recién proferidos
y el orgasmo a tu rostro asomado;
no los creas botín obtenido,
son mi parte de “gloria al vencido”
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