CANTO AL ORINOCO
CORO:
Orinoco, soberbio y majestuoso;
que, impertérrito, caminas hacia el mar;
avasallante, abismal, impetuoso;
con el alma, te quisiera saludar.
Río hermoso, indómito y bravío;
ejemplo de coraje y de altivez;
con tu garbo, elegancia y señorío,
embelleces el macizo guayanés.
Se disputan Parima y Unturán,
el derecho de ser tu sierra madre;
y en el cerro Delgado, un manantial;
con orgullo, pregona ser tu padre.
El Arauca, el Apure y el Vichada,
te enriquecen con su savia, que es vital;
y el Caroní, pura furia desatada,
CORO
Los tepuyes, admirados, te contemplan;
los astros, en tu honor emiten salves;
y, el corazón, cómo te late en los raudales.
En tu espejo, ambarino, se retratan;
las estrellas, que en lo alto se pasean;
y, relámpagos de nácar y de plata;
fulgurosos, en tus aguas centellean.
CORO
Gigante adormecido, tu cintura
es ceñida por la histórica Angostura;
en su empeño, de amarte eternamente.
Y tu cauce, se ensancha en Soledad;
ofreciendo un espectáculo, en verdad,
exuberante, magnífico, imponente.
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