viernes, 14 de enero de 2011

LA REINA Y EL VASALLO



LA REINA Y
EL VASALLO

¿Te vas, amor? Pues bien, ese es mi sino;
triunfaron los demás, triunfó la gente.
Es difícil luchar contra el destino,
es más fácil nadar con la corriente.

Te deseo la mayor felicidad;
mil amores, quizás, iras teniendo;
pero, ninguno te querrá ni la mitad,
de lo mucho que yo te estoy queriendo.

Cuando te marches, no mires hacia atrás;
si me oyes sollozar, no te detengas;
recuerda que allí está la sociedad,
juzgando lo que harás, sigue tu senda.

Reprime tus instintos de mujer,
hazle caso al mundo despiadado;
y asesina, de una vez, este querer;
que es culpable de haberte idolatrado.

Satisface al “qué dirán”, amada mía;
no importa que sucumba un gran amor;
pueda ser que te elijan, algún día,
soberana del miedo y del temor.

Y, entonces, que te vean sonreír;
y, que todos admiren tu esplendor;
que, instalada en tu trono oirás decir,
a los mismos que te ungieron con fervor:
“esa es la reina, que se negó a vivir,
con el vasallo, que se murió de amor”.


                         Jesús Núñez León.



















































No hay comentarios:

Publicar un comentario